El Libro de Artista

Dicen que cuando leemos un libro un sola vez no lo hemos leído, la primera lectura es apenas el saludo, el dialogo comienza a lo largo de los años en las repetidas lecturas cuando conozcas al autor y él te conozca. Si, el libro puede llegar a conocerte; pasan unos años y lo relees y te señala todo lo que has cambiado, como dejaste de creer o como tus pensamientos simplemente ya no son los mismos.
Para el artista: el libro-objeto, contenedor del lenguaje artístico: es el record de trabajo, el proceso revelado, el espacio donde nos permitimos destruir y rehacer, alimentar o exorcizar miedos y paranoias.
Contiene una carga emocional que viene de la constante experimentación. Creamos un personaje en sus páginas le prometemos que estará protegido en su interior y luego lo quemamos, lo mojamos, lo intervenimos. Hay sosiego e histeria. Nos contiene y la vez nos da la oportunidad de desapegarnos y mirarlo con ojos ajenos, con mirada fresca, por eso es un libro que contiene mil libros, cada vez que lo abres no es el mismo, se transforma y de él se estiran las líneas de nuestro trabajo.